El Monteró es una de les últimas estribaciones de las Sierras Exteriores pirenaicas, lindantes con las llanuras de la Noguera. A lo largo de la historia, Monteró ha sido un lugar estratégico de primer orden: durante el Bronce Medio, el “Castell de Txel·lis” vigilava el rio; en los primeros momentos de la romanización, controlaba el paso de los ejércitos romanos; durante la Guerra entre César y Pompeyo… después se abandonó hasta la Guerra de los Segadors en que formó parte de la estrategia militar, aunque no lo fue durante la Guerra de Sucesión, para acabar siendo un objetivo primordial de la linea de defensa republicana durante la Guerra Civil.

la visita al yacimiento, realizada a pesar de la niebla y el frio, permite hacerse a la idea de como era este establecimiento militar romano, con baluartes que defensavan la parte más débil del lugar y las residencias de los soldados, indígenas, así como la residencia del oficial. Monteró ha sido y continua siendo objetivo de furtivos, tal como se pudo comprobar durante la visita que Jordi Principal ofreció el pasado sábado 20 de diciembre. La imposibilidad de proteger un lugar que no cuenta con acceso directo con vehículo hará que los investigadores se replanteen la continuidad de las excavaciones.